La salud es un tema de gran importancia, en la actualidad existen muchos problemas de desabasto de fármacos y situaciones que perjudican el bienestar de las familias mexicanas en cuestión de salud. Pablo Escandón Cusi, lo advertía años atrás, cuando mencionó que el sistema de salud mexicano se encontraba en un momento crítico, pues la calidad de productos farmacéuticos, atención médica e inversión iban a la baja, a diferencia de los tiempos de espera para recibir atención médica o abasto de productos farmacéuticos eran cada vez más altos.
Hoy en día, existe una crisis en el sistema de salud de nuestro país debido a que durante muchos años no se tomaron las medidas necesarias para contrarrestar las problemáticas y aumentar la competitividad del sistema de salud mexicano. Pablo Escandón Cusi, como miembro del consejo directivo de la Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD) buscó, durante muchos años, apoyo del gobierno para iniciar reformas que evitaran el aumento de demanda contra la baja oferta, así como la calidad de la salud.
Estas acciones que pudieron haberse tomado hace 2-3 años fueron retrasadas o ignoradas y los resultados son visibles desde el año pasado. Aunado a esto, la falta de educación publica sobre los daños que se pueden evitar llevando una vida saludable, aumentan el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con el estilo de vida de las personas.
Lo anterior se demuestra con la cifra que compartió Pablo Escandón Cusi en una colaboración que escribió para el periódico Reforma: “en 2015, el 60% del gasto en salud se destinó a costear el tratamiento de sólo seis enfermedades: cáncer, cardiopatía isquémica, diabetes, enfermedades reumáticas, VIH/SIDA e hipertensión”.
La crisis del sistema de salud está obligando a tomar acciones urgentes, sin embargo, quizá estemos a tiempo de accionar para evitar más complicaciones dentro de las instituciones publicas que ofrecen salud a los mexicanos.
Es de suma importancia que se incremente el gasto público en salud y que se involucre la inversión privada para que el sistema público se modernice y enfrente la alta demanda, esa inversión también debe abarcar la optimización de los servicios y sistemas dentro de los hospitales para que, en 15 años, el servicio de salud pública de nuestro país sea un sistema competitivo y de calidad para los mexicanos.